Los vemos... y apesar de todo... son felices

En el Alto de la virgen los vemos…

• En la calle, esperando a que llegue la mamá del trabajo.
• Al cuidado de vecinas, incluso desde bebés.
• Cuidando a sus hermanitos y hermanitas.
• Trabajando, cargando arena, adobes y/o madera.
• Llorando, por maltrato físico o psicológico.
• Desnutridos.
• Sin estudiar, porque no tienen papeles o dinero para pagar la matrícula, los útiles o el uniforme.
• Encerrados en la casa, porque no pueden acceder a una atención y educación especial.
• Enfermos y sin cuidados médicos, porque el SISBEN no les cubre la droga o porque no hay una rápida atención en la unidad intermedia de San Javier.
• Presenciando muertes, o cerca de viciosos o gente armada.
• Jugando en la cañada, en medio de la basura, de las ratas y las cucarachas.
• Descalzos, sin vestido, mojados por la lluvia cuando vienen de la escuela.
  
  
  Sin embargo…los niños y las niñas tienen una capacidad muy grande de sobreponerse a las circunstancias difíciles… a fuerza de ingenio, de amigos y de carcajadas, crean un mundo en el que se sienten bien y nos hacen pensar que mientras existan niños y niñas es posible un mundo feliz.
  
  
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Gracias a todas las personas e instituciones que apoyan el proyecto en el Alto de la Virgen, los 100 niños y niñas que en promedio participan en nuestros programas, reciben educación, nutrición, protección y amor.