martes, 8 de junio de 2010

"El barrio se murió"


Esta frase la dijo uno de los pequeños del preescolar que perdió su casita.


Hoy a través de diálogos, juegos y oración, los niños y las niñas pudieron comenzar a expresar lo que tienen guardado en su mente y en el corazón.


Recordaron las personas y las cosas que les ayudaron esa noche: los bomberos, la policía, el agua, la tierra misma, los vecinos.


Sintieron tranquilidad cuando vieron que la casita del preescolar estaba bien, porque varias mamás comentaron la angustia de los niños(as) preocupados(as) de que también se hubiera quemado.


Que bueno que Calasanz sigue presente, que les puede ofrecer un lugar cierto, sereno, alegre, acogedor, en contraste con un barrio que realmente perdió vida.


Muchas Gracias a todas las personas e instituciones
que hacen posible esta presencia Calasancia
en medio de esta tragedia del Alto de la Virgen.


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