Los niños y las niñas del preescolar recibieron un regalo muy especial de una familia del Colegio Calasanz: Compartir la mañana del 18 de octubre con los caballos.
Fue una actividad muy productiva.Aprendieron sobre los implementos que se usan con los caballos.
Decoraron un caballo con aserrín.
Aprendieron a cuidarlos.
Los acariciaron.
Aprendieron a montar en ellos
Y hasta hicieron acrobacias encima de los caballos.
Sintieron sorpresa, alegría y algunos un poco de susto, que le puso la cuota de emoción a la experiencia.
Y como si tanta dicha no fuera suficiente, los despidieron con unas deliciosas crispetas.
Al final la certeza de que los caballos y los niños se la llevan bien y como dijo una niña: " no patean".
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